Si bien técnicamente es parte del avión tiene una gran influencia en el funcionamiento del motor, por lo que se analiza como una parte más del mismo. Debe alimentar al motor con la cantidad de aire que este necesita, con las mínimas perturbaciones (sin turbulencia), con la menor cantidad de pérdidas internas por rozamiento del aire, con la mayor recuperación de la presión dinámica (por efecto de la velocidad con que el aire entra en el conducto) para transformarla en presión a la entrada del compresor y para todas las condiciones admitidas de vuelo del avión y de regímenes del motor. Esa cantidad de aire dependerá del régimen (r.p.m.) del motor, velocidad de vuelo del avión y densidad del aire en la atmósfera en que esté volando (altitud de vuelo). Los conductos de admisión se diseñan dependiendo de las condiciones de operación del avión al que están destinados y por esta causa se clasifican en Subsónicos (para vuelo subsónico) y Supersónicos (para vuelo supersónico). Los conductos Subsónicos tienen una geometría interior fija divergente (en la que el aire se expande ligeramente, disminuye su velocidad y aumenta su presión antes de entrar en el compresor). Los Supersónicos son de geometría variable (para adaptarse tanto a las condiciones de vuelo subsónicas como supersónicas) de forma convergente‐divergente (con una zona convergente supersónica, una “garganta” de separación con la zona divergente en la que se ancla la onda de choque a través de la que el movimiento del aire pasa de ser supersónico a subsónico, y una zona divergente anterior a la entrada en el compresor en la que, ya con movimiento subsónico, ocurre lo ya dicho anteriormente para los conductos Subsónicos).
Cuando el motor está girando a altas r.p.m. en el suelo, antes de iniciar la carrera de despegue, está succionando a través del conducto de admisión el aire que le rodea, por lo que la presión en el conducto de admisión a la entrada del compresor es ligeramente inferior a la presión atmosférica exterior. A medida que se incrementa la velocidad del avión durante la carrera de despegue la presión dinámica a la entrada aumenta y, aunque también se incrementan las pérdidas internas por rozamiento en el conducto, la presión a la entrada del compresor iguala o supera a la presión atmosférica externa, es decir hay una recuperación de presión por efecto dinámico que es una importante misión del conducto de entrada.
En resumen, hay un incremento de presión y temperatura del aire a lo largo del conducto de entrada y una disminución de su velocidad.